domingo, 4 de marzo de 2018

Algunas barreras al bienestar (2)



Algunas barreras al bienestar (2)



Continuamos con algunas de las barreras a nuestro bienestar. A parte de la negatividad que ya comenté en el anterior post, existen otras como el hecho de compararnos con otras personas, la rutina hedonista (un nombre muy extraño para un concepto muy sencillo, ahora os comentaré) y la falta de autocontrol. 

El hecho de compararnos: es muy habitual que para medir nuestro bienestar, sin darnos cuenta, nos comparamos con otras personas. Pero este es un juego peligroso, ya que la mayoría de veces tendemos a compararnos con personas que nosotros percibimos que tienen algo que nosotros no tenemos. Por tanto, en esta comparación siempre salimos perdiendo. Lo mejor es no utilizar esta estrategia, ya que aparte de ser irreal (nunca podremos saber en realidad como está, como siente o qué tiene la otra persona) nos causa mucho malestar. Incluso, nos puede motivar para hacer cosas que las hacen los demás porque percibimos que esas personas les hace felices y no porque realmente nos apetezca o las necesitemos nosotros. Como resultado aún nos sentimos más hundidos porque detrás de esa acción (sin un sentido propio) aparece una sensación de vacío.

Imaginemos que pasaría si nos comparáramos con personas más desfavoridas que nosotros. Probablemente nacería en nosotros una cierta valoración y agradecimiento de lo que tenemos. Lamentablemente, este ejercicio de comparación suele ser en el sentido descrito en el párrafo anterior, por lo que es una clara barrera a nuestro bienestar.

La rutina hedonista: hace referencia al hecho de experimentar una gran "felicidad" cuando una persona tiene una ganancia de tipo material, como por ejemplo cuando te toca la lotería, te aumentan el sueldo, te regalan un coche de empresa, etc. Esta "felicidad" difícilmente perdurará en el tiempo. La razón la encontramos en que las personas nos adaptamos a la nueva situación y volvemos al punto de salida (punto predeterminado). Esto es importante tenerlo en cuenta, ya que demuestra que experiencias positivas de tipo material aportan alegría a corto y medio plazo pero no garantizan un nivel sostenido de bienestar.

Falta de autocontrol: no me estoy refiriendo a controlar pensamientos o emociones sino que me estoy situando en el plano del comportamiento. El hecho de sentir que tenemos control sobre lo que hacemos nos hace sentir más bienestar, ya que nos sentimos más libres. En cambio, la falta de autocontrol tiene un impacto negativo en nuestro bienestar, ya que sentimos que las cosas no dependen de lo que hagamos. Tal y como decía la psicóloga Bridget Grenville, el autocontrol es como un músculo que se desarrolla a medida que lo vas trabajando. Por lo tanto, aunque es una cualidad que suele no estar muy desarrollada porque muchas veces nos dejamos llevar por la inercia de las situaciones, es un tema que podemos trabajar para mejorar nuestro bienestar.

Espero que vuestra vida esté llena de autocontrol y que no necesitéis compararos con nadie. Realmente cada persona es única y su valor no depende de lo que hagan los demás. Sentir que podemos hacer la vida que deseamos es un gran paso para ganar libertad y, como no, bienestar.

Apostemos por el bienestar sostenido, aquel que se mantiene en mayor medida en nuestras vidas porque, tal y como hemos comentado, muchas "cosas" nos pueden hacer sentir bien, pero de poco sirve si tan solo es un espejismo de la verdadera felicidad!

¡Que disfrutéis del día!

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