sábado, 24 de marzo de 2018

Inteligencia emocional. ¿Por qué la IE nos puede ayudar a vivir mejor?



  • En primer lugar se podría decir que las personas con inteligencia emocional (IE) tienen mayor capacidad para tener relaciones satisfactorias. Esto se debe a que la persona tiene una mayor capacidad para captar el estado emocional de las otras personas lo que le permite tener más facilidad para adecuar su comportamiento con este estado.
  • También tienen una mayor capacidad de ponerse en el lugar del otro (mayor empatía) posiblemente por eso que acabo de comentar de que pueden captar el estado emocional de la otra persona.
  • Vinculado también con los puntos anteriores tenemos que la IE nos permite tener una relación de pareja más estable y enriquecedora debido a que puede haber una mayor comunicación que es muy importante para que la relación de pareja fluya. Obviamente si no hay amor, la relación no funcionará, pero en parejas que sí se aman pero tienen dificultades para entenderse y para llevar adelante la relación, la IE los puede ayudar porque potencia que cada miembro de la pareja aprenda a ponerse en el lugar del otro y captar sus emociones.
  • La IE te permite tener mayor autoestima y en general, las personas que desarrollan la IE se muestran más optimistas. Esto se traduce en un mayor bienestar psicológico. Lo contrario sería una persona muy pesimista, que tiene un autoconcepto (lo que piensa de sí mismo) muy negativo y, por tanto, tiene una autoestima baja. Como resultado de todo ello tendremos un gran sufrimiento psicológico que puede derivar en un problema mayor si no hacemos nada para revertir esta situación.
  • Las personas que desarrollan IE cuando tienen estados de ánimo negativos, estos duran menos porque son capaces de reconocer lo que están sintiendo y las emociones que están experimentando y mediante la aceptación y el hacer frente a la situación, consiguen dar la vuelta a este estado de ánimo.
  • La IE permite que la persona tenga mayor capacidad para hacer frente a los obstáculos que se presentan en la vida.
Como acabamos de ver, las emociones tienen un papel fundamental en nuestra vida. El psicólogo Leslie Greenberg focalizó su tratamiento psicoterapéutico en las emociones. Él consideraba que detrás de una emoción (las que llamaba primarias) se esconde una necesidad. Si tapamos esta emoción nunca podremos satisfacer nuestra necesidad, y por tanto, no se soluciona el problema. Este psicoterapeuta decía una frase que a mí personalmente me gusta mucho, porque va mucho con mi filosofía: "Las personas debemos llegar a un lugar antes de poder abandonarlo". Muchas veces queremos huir de lo que nos pasa y esta fuga, como ya he comentado otras veces, nos hace sufrir más. Aceptar lo que sentimos, aceptar nuestras emociones es el primer paso (un gran paso) para descubrir nuestra necesidad y hacer lo que esté en nuestra mano para satisfacerla. La IE nos aporta herramientas para descubrir y satisfacer nuestras verdaderas necesidades. Es como la imagen de una gran niebla que no nos deja ver el camino y entonces retrocedemos porque nos da miedo experimentar lo que sería atravesar la niebla. Pero si no la cruzamos, tampoco avanzamos y eso tampoco nos hace felices. Lleguemos a nuestra "niebla" y atravesemosla, así la dejaremos atrás y podremos ver lo que la vida nos puede ofrecer, más allá de nuestro miedo.

¡Un abrazo!

viernes, 23 de marzo de 2018

¿Qué es la inteligencia emocional?




Durante mucho tiempo la palabra "inteligencia" se había vinculado con el resultado que se obtiene del cálculo del coeficiente intelectual, es decir, estaba relacionado con la capacidad cognitiva de una persona. Esto era debido, en parte, a que según la concepción que tenía la psicología sobre la persona, la racionalidad tenía una papel muy importante en su vida.

A medida que se ha ido modificando la visión que se tiene del ser humano y se ha ido reconociendo un modelo en que cuerpo y mente, ya no se pueden separar (en contraposición al dualismo cartesiano), se empezó a dar también a las emociones un papel más relevante, tanto en relación a la influencia de éstas en nuestro día a día, como a nivel de los intereses de investigación en psicología. Muchos psicólogos y psiquiatras se han interesado por estudiar cómo afectan las emociones a nuestra salud, tanto física como mental. Se vio que las emociones tenían componentes no sólo biológicos (que serían los más evidentes y conocidos) sino que también tienen componentes relacionados con aspectos motivacionales, cognitivos y relacionales.

¿Qué significa todo esto? Pues que estas emociones, que durante mucho tiempo han estado en un segundo o tercer plano a nivel de la psicología, de golpe han pasado a tener un papel protagonista, ya que se ha comprobado que se relacionan con lo que hacemos (nos motivan a actuar de una determinada manera), están influenciadas por nuestros pensamientos y el tercer componente que comentava antes, implica que también tienen un papel muy relevante en nuestra relación con los demás. Si a este interés por las emociones añadimos un cambio en la manera de conceptualizar la inteligencia (mucho más amplio, relacionado con la solución de problemas, con la capacidad de adaptación, etc.), encontramos que el resultado fue el nacimiento en los años noventa del constructo: inteligencia emocional.

Entonces, ¿qué entendemos por inteligencia emocional (IE)?

Hay muchas definiciones más o menos formales de IE. Yo la definiría en función de sus características. Se podría definir como la capacidad para reconocer y "cambiar" nuestras emociones, a la vez que podemos reconocer las emociones en los demás y la persona utiliza esta información para dirigir su comportamiento en una dirección determinada.

Hay diferentes modelos sobre inteligencia emocional, ya que desde que se introdujo este constructo se ha estudiado muchísimo debido al potencial que tiene. Cada modelo utiliza unos instrumentos determinados para evaluar la IE en las personas.

Este cambio de paradigma en la psicología es muy importante y de alguna manera es lo que estoy intentando transmitir por diferentes medios. Me refiero a este cambio en la manera de ver la persona y donde ponemos el foco de nuestra atención como psicólogos. Hemos pasado de fijarnos más en lo que nos hace enfermar (lo que se llaman factores de riesgo) para pasar a mostrar mucho interés en lo que nos puede ayudar a encontrarnos bien (factores de protección). Así, aunque la IE no es un concepto propio de la psicología positiva, sí es cierto que se utiliza mucho, ya que pone énfasis en como ayudar a la persona a sacar su potencial y encontrarse más feliz aprovechando sus fortalezas.

La IE es un factor de protección frente a la enfermedad mental (y también en algunos casos de problemas físicos: somatizaciones) que permite a la persona vivir mejor. Por lo tanto, vale la pena desarrollarlo tanto como podamos. Por suerte es una cuestión que se puede trabajar y representa un conjunto de herramientas fundamentales en terapia.

En el próximo post entraremos más en detalle sobre lo que la IE puede aportarnos en nuestro día a día.

¡Un abrazo y feliz día!


domingo, 18 de marzo de 2018

Educación y crianza: algunos tips de lo que considero importante


Hoy me apetece adentrarme en un tema complejo, pero apasionante que es la educación de nuestros hijos. A continuación os propongo algunas ideas que como psicóloga creo que són interesantes en el tema de la crianza de nuestros hijos, pero como madre que soy, también veréis estas letras están impregnadas de una experiencia, mi propia experiencia como madre.

El paradigma en el que me baso, sobretodo (aunque ya he comentado algunas veces mi tendencia a integrar diferentes enfoques) es la psicología positiva. La psicología positiva es aplicable a la mayoría de los ámbitos y como no, también lo es en la cuestión de cómo educar o criar a nuestros hijos. Antes de nada me gustaría aclarar que no me gusta dar recetas sobre como se deben hacer las cosas, pero sí que es cierto que a nivel general hay algunas recomendaciones que me parecen útiles.

Des de la psicología positiva se insta a que los padres vivan esta etapa de sus vidas con pasión y optimismo, a pesar de que pueda representar algunos retos y momentos difíciles. La positividad y el entusiasmo se transmite a los hijos y nos permite una mayor conexión con ellos y con sus emociones.

Cuando son pequeños tienen muchas dificultades para entender sus emociones y nosotros como padres podemos ayudarlos a interpretar lo que sienten y a ponerles nombre. Pero es importante no limitarles en este sentido (no decirles que no deben sentir eso o aquello). Todas las emociones son necesarias en nuestra vida y todas tienen una función. Ellos necesitan experimentar todas esas emociones y nosotros tenemos que validarles para favorecer su desarrollo.

Otra cosa es el tema del comportamiento. Es decir, imaginemos un niño que tiene mucha rabia de su hermano y le da un golpe. Debemos respetar que pueda sentir rabia porque es la emoción que efectivamente está sintiendo y tenemos que validarlo en este sentido, pero podemos ayudarle a gestionar esta rabia de otro modo, por ejemplo comunicando con palabras lo que está sintiendo (dependiendo de la edad podemos hacerlo mediante juegos, utilizando un emocionario, etc.). Probablemente así no tendrá necesidad de hacerle nada al hermano.

Un aspecto muy importante también es dejarlos ser ellos mismos; no limitarlos, ni poner sobre ellos expectativas que no les corresponden. No limitarlos significa que tenemos que confiar en el potencial de nuestro hijo. No dar por hecho que no podrá hacer algo y dar la oportunidad de que se equivoque, ya que de esta equivocación sacará un gran aprendizaje. Es importante mostrar (sobre todo con nuestro ejemplo) que equivocarse es normal e incluso positivo, por la oportunidad de aprendizaje que representa. Si nosotros nos equivocamos y lo reconocemos con normalidad e incluso si es necesario, pedimos perdón, estaremos dando a nuestros hijos herramientas muy importantes, tanto para su desarrollo actual, como para su vida futura.

Cuando hablo de no poner expectativas que no les corresponden, me refiero a que no es conveniente poner nuestras frustraciones en nuestros hijos. A veces lo podemos hacer sin darnos cuenta pero es conveniente poner atención sobre ello.
Nuestros hijos no son una prolongación nuestra; hay quien lo ve así y me parece muy respetable, pero mi experiencia como psicóloga y madre apoyan la otra hipótesis. Desde mi punto de vista, son un ser independiente con sus sueños, necesidades y anhelos. Intentar que ellos consigan lo que nosotros no hemos conseguido (o lo que a nosotros nos gustaría que lograran) es poner encima de ellos una mochila bien pesada que probablemente les costará de quitar.

¿Por dónde empezar? Muchas veces el primer trabajo lo tenemos que hacer con nosotros mismos porque difícilmente podemos transmitir lo que nosotros no sentimos. Nuestros hijos aprenden mucho más de nuestro ejemplo que de las palabras o lecciones que les podamos explicar.

Todos los niños y niñas tienen un potencial increíble a desarrollar, están en un momento de máxima conexión con su fuente interior y de máxima creatividad. Esto implica que aunque tenemos que intervenir para, por ejemplo poner límites (porque ellos los necesitan ya que les dan seguridad) tenemos que respetar al máximo su evolución, para que pueda llegar a ser el adulto que quiera ser y no lo que nosotros queremos que sea.
Es importante que nos focalicemos en sus fortalezas y que los ayudemos a actuar con motivación interna. La motivación interna es aquella que nos empuja a actuar desde dentro, es decir, no buscamos una recompensa externa. Para ello es necesario conocer de manera profunda a nuestros hijos. ¿Cómo? Pasando tiempo de calidad con ellos, compartiendo juegos donde los podamos observar, pero sin juzgarlos, para que se puedan mostrar tal como son y que puedan dejar ver lo que les interesa. En aquellos momentos de juego libre son ellos mismos en estado puro y podemos observar lo que les gusta, lo que necesitan, lo que les motiva. A partir de este conocimiento profundo de nuestros hijos podemos poner a su alcance experiencias que vayan de acuerdo con sus intereses, para que puedan experimentar la sensación de fluir que tan importante y necesaria es en el bienestar de cualquier persona. Pero ojo! porque fluir no significa desconectar, como cuando están horas y horas delante de la televisión o jugando a un vídeojuego.

Cuando realizan conductas que consideramos inadecuadas lo primero que podemos hacer es plantearnos si hay algo detrás de esa conducta que nos quiera decir y no tenga otra manera de decirlo. Me refiero a conductas problemáticas, no a las típicas conductas que forman parte del repertorio propio de su etapa de desarrollo.

Como regla general, es muy importante, cuando queramos cambiar algo, partir de sus fortalezas y de lo que hacen mejor. Desde una mirada positiva lo estamos empoderando y motivando. Es importante no confundir lo que hacen, con lo que son. No es lo mismo hablar de una mal comportamiento que decir que el niño es malo. Debemos vigilar con las etiquetas tanto las buenas como las malas. Hablar en términos de comportamiento es mucho más eficaz y no los estamos limitando a un determinado tipo de rol.

Compartir con ellos estos años que son tan importantes en su desarrollo es todo un regalo así que vale la pena vivirlo con alegría y gratitud, a pesar de las dificultades que nos podamos encontrar en el camino.

Para acabar, resumiría lo que yo considero esencial en la crianza y educación de nuestros hijos con dar amor incondicional, poner los límites que necesitan para sentirse seguros y potenciar una conexión con ellos desde la emoción y la comunicación.

¡Feliz semana!

jueves, 15 de marzo de 2018

La felicidad externa y la felicidad interna





Cuando me plantean qué es la felicidad, realmente me gusta responder con una pregunta, para ti, ¿qué sería la felicidad?. Realmente no está claro si se trata de una qüestión objetiva o subjetiva. De hecho se trata de un concepto complejo que tiene tantas deficiones como personas que la quieran definir. Por este motivo creo que hay un componente bastante subjetivo en la cuestión de la felicidad. Muchas veces estas diferencias vienen dadas por las diferentes estrategias que cada uno utiliza para conseguir la ansiada felicidad o por las diferentes situaciones o cosas que pueden hacernos felices. 

Pero, ¿estamos hablando de la misma felcidad? 

A mi me gusta llamar a este tipo de felicidad, felicidad externa. Aquella felicidad que está vinculada con lo "bueno" que sucede en nuestra vida. Este tipo de felicidad es muy subjetiva porque cada persona tendrá un concepto diferente de lo que se puede considerar bueno, no tan bueno y malo. Además, parece ser que se trata de una felicidad efímera, ya que depende de lo que ocurre en nuestro entorno, de lo que nos pasa en la vida. Y estaremos de acuerdo que la vida da mil vueltas y no hay nada que se mantenga para siempre. 

Por eso me gusta usar el concepto de felicidad interna. Obviamente la distinción entre ambas viene dada por el lugar donde se situa la fuente que nos proporciona la felicidad. 

En el caso de la felicidad interna, ésta fluye de nuestro interior, siempre está ahí y se manifiesta por una sensación de paz, calma, no existen dudas, la mente parece estar dormida o por lo menos en "pausa" puesto que más que pensar, estamos sintiendo. Si lo pensamos igual no lo entendemos, pero lo cierto es que esta felicidad está ahí. Y siempre ha estado ahí. No hay más que mirar a los niños lo poco que necesitan para ser felices. Estan viviendo su instante presente y lo viven intensamente.

Realmente esta felcidad sí parece que es más objetiva en el sentido que podemos encontrar más rasgos comunes entre las diferentes personas. 

Desde la psicología existe bastante debate sobre si la felicidad es una cuestión que merece ser estudiada por la ciencia y esta es una de la mayores críticas a la psicología positiva.

Pero, ¿hay algo que preocupe más a todos los seres humanos que la felicidad? Es cierto que en función de las ciercunstancias externas las personas podemos tener otras prioridades como nuestra propia supervivencia (lo que Maslow nos explicaba mediante su pirámide de las necesidades). Pero en un entorno como el nuestro parece que el tema de la felicidad nos tiene un poco preocupados. Es la eterna búsqueda de la felicidad! Y realmente es eterna porque nunca la encontraremos mientras esa sea nuestra meta. La felicidad no es la meta, la felididad es el camino. 

Saborear la experiencia del momento presente (sea buena o no tan buena), aceptar lo que sentimos y lo que nos inspira, tener un objetivo vital más o menos definido y darle sentido a todo lo que nos ocurre, sin duda son pequeños gestos que nos ayudan en nuestro día a día a sentirnos mejor.   

Dejemos espacio a la felicidad para que ocupe su lugar. Ya forma parte de nosotros, solo necesita una oportunidad para poder surgir. 

¡Feliz día! 

jueves, 8 de marzo de 2018

6. ¿Entonces me vas a ayudar a cambiar lo que no me gusta de mi vida?


Yo voy a estar a tu lado y te voy a ofrecer las herramientas que crea más adecuadas para ti, pero solo conseguirás el cambio si realmente lo deseas, ya que cambiar las cosas depende en gran parte de ti. El psicólogo tiene un papel muy importante, pero el trabajo más importante es del cliente. Tú eres el protagonista de tu historia y en este caso no puede ser diferente. Pero no estás sol@. 
Eso sí, si no quieres cambiar, no lo harás. A veces para cambiar situaciones es necesario previamente cambiar cosas que tienen que ver con nosotros. Los cambios suelen dar miedo pero es la única manera de optar a experiencias distintas. Si quieres cambiar tu mundo, empieza por cambiarte a ti mismo. Yo estoy para ayudarte a que puedas lograr tus objetivos. ¡Juntos lo podemos lograr!

La feminidad mal entendida.


Un día como hoy no podía dejar de escribir lo que he ido construyendo como mi idea de la feminidad. Siendo mujer he podido experimentar en mi propia piel, lo que implica tener unos u otros genitales (disculpad la expresión, pero es así de crudo). 

La primera gran barrera es la lucha de la mujer por tener que demostrar que no es un cuerpo (es una persona, algo mucho más completo y valioso). Desde pequeñas ya nos "invitan" a valorarnos en función de nuestra imagen, de nuestro aspecto y a valorar quizá de manera diferente que los niños, lo que nuestro cuerpo significa. Obviamente no me gusta generalizar y todos mis comentarios y ideas se refieren a aquellos casos en que realmente ocurre. Afortunadamente, cada vez más padres deciden educar a sus hijos en la igualdad y piensan muy bien en el impacto que sus acciones y ejemplos tienen en la construcción de la identidad de género de sus hij@s. 
Pero en muchos casos, esta cuestión no se tiene en cuenta. Todavía nos encontramos grandes diferencias a la hora de educar a nuestros hijos, en función del sexo y realmente esta base desigual se va acentuando con el paso del tiempo, naturalizando situaciones que en ningún caso tienen que ver con nada que nos venga de serie, ni tenga un origen biológico. Cuando escucho que las mujeres tienen que cuidar de sus progenitores, por poner un ejemplo, (aunque existan en la familia hijos varones) porque ellas tienen una ternura o una mayor vocación de ayuda que les sale de manera "natural", me vienen a la mente los juguetes que compramos a los niños y las niñas, los comentarios que muchos padres hacen a sus hijas sobre sus expectativas sobre ellas en el futuro, o incluso me viene a la mente el comentario de una mami que decía que a su hijo no le daba mimos porque no quería que de mayor fuera un niño "blandito". ¿Podéis imaginar de qué manera nos afecta lo que aprendemos y vivimos de pequeños en relación a nuestra identidad de género?.  

Mucho trabajo en consulta proviene del sentimiento de culpabilidad de la mujer que no es capaz de cumplir con las expectativas que se le han impuesto sólo por el hecho de ser mujer. Otras somatizan esta presión con malestares físicos que a veces revisten bastante gravedad. ¿Será casualidad que las mujeres padecen con mayor frecuencia que los hombres ansiedad y depresión? Aquí la respuesta que se suele dar desde una perspectiva, de nuevo machista y arcaica, es que el cuerpo de la mujer de forma natural (hormonas, etc.) ya es más proclive a padecer estos trastornos. Pero, ¿Por qué no ponemos de una vez nuestra mirada en el contexto? ¿por qué no nos fijamos en las exigencias que sufren las mujeres solo por el hecho de ser mujer? ¿por qué no ponemos nuestra mirada en la desigualdad y en las injusticias que tienen que aguantar sin que haya el más mínimo reconocimiento de su labor? ¿Por qué las acabamos medicando como si el problema estuviera en su cuerpo, cuando el problema está en las sociedad y en los valores dominantes de ésta? 

Tenemos mucho trabajo por hacer, y es un trabajo que tenemos que hacer unidos, hombres y mujeres, pues creo que éstos tienen mucho que decir por esta causa, ya que en definitiva se trata de transformar la sociedad, de hacerla más justa y adaptada a las necesidades de quienes formamos parte de ella. Muchos hombres (no suficientes) entienden la importancia de este cambio, un cambio que es necesario que se haga a todos los niveles. Des de la educación, hasta la denuncia de cada una de las injusticias a las que nos vemos sometidas. 
   
Es un tema mucho más complejo y del que sin duda, continuaré escribiendo. Como psicóloga voy a hacer todo lo que esté en mi mano para desmontar un concepto de feminidad que se nos ha vendido pero no se corresponde con lo que somos, ni sentimos. 

Dejemos que cada mujer decida que significa ser mujer, dejemos que cada hombre decida que significa ser hombre y acabemos de una vez con los estereotipos de género que lo único que hacen es privarnos de lo más valioso que tenemos: nuestra libertad.  

Hagámoslo por nosotras y por las nuevas generaciones, para que no tengan que pasar por lo que estamos pasando nosotras. 

¡Feliz y reivindicativo día! 

miércoles, 7 de marzo de 2018

5. Ya he estado en otros psicólogos y no me ha ido bien. ¿Por qué?



Es algo que puede pasar o bien porque no se ha creado una buena relación terapéutica (algo ha fallado, no ha habido feeling, etc.) o bien el psicólogo se ha basado en una orientación psicológica que no era la más acertada para ti. 
Que no funcione un psicólogo no significa que no funcione la psicología, lo mismo que si no nos gusta un médico no significa que no creamos en la medicina.
La psicología pone en nuestras manos una serie de herramientas y conocimientos pero es tarea del psicólogo saber utilizarlas y combinarlas de la mejor manera posible para ayudar a cada persona. Y también es muy importante tener en cuenta que el motor del cambio eres tú. El psicólogo por si mismo no puede cambiar nada. En la unión de los dos es donde se generan los resultados. 

martes, 6 de marzo de 2018

4. ¿En qué consiste esta relación terapéutica?

4. ¿En qué consiste esta relación terapéutica?

Lo ideal es poder conseguir lo que se denomina alianza terapéutica de la que ya os comenté algo en el post anterior. 
La alianza terapéutica consiste en establecer una relación psicólog@/ usuario que sea simétrica, és decir, de igual a igual en la que ambos se sienten cómodos. 
Esta alianza implica ciertas habilidades por parte del psicólogo: aceptación incondicional del cliente, empatía (es decir que el psicólog@ pueda ponerse en el lugar del cliente para poder ayudarlo desde su mundo subjetivo) y congruencia o autenticidad (ser uno mismo). Solo si se consigue esta alianza terapéutica se podrá conseguir avanzar en la dirección de los objetivos establecidos. 
El cliente ha de percibir ese espacio como su lugar seguro, como ese lugar en el que puede sentir total libertad. Sin una buena relación terapéutica es muy difícil, por no decir imposible, que la persona se pueda sentir en "su espacio de seguridad". 

lunes, 5 de marzo de 2018

3. ¿En que se basa el trabajo con el psicólogo?

3. ¿En que se basa el trabajo con el psicólogo?

La psicología es una disciplina muy reciente por lo que tiene un cuerpo de conocimientos un tanto fragmentado, pero en muchos casos las diferentes corrientes no sólo no son incompatibles sinó que se pueden complementar perfectamente. 
De hecho desde Psicología en Esencia apuesto por un enfoque integrador. Esto significa que no me centro única y exclusivamente en un enfoque psicológico sino que me baso en aquellos enfoques que me puedan resulta más útiles en función de las características de la persona y de sus resursos internos disponibles. 
La mayoría de corrientes psicológicas coinciden en un punto y es en la importancia de la relación terapéutica. A estas alturas existe consenso al afirmar que una buena relación terapéutica es indispensable para obtener buenos resultados.  




domingo, 4 de marzo de 2018

Algunas barreras al bienestar (2)



Algunas barreras al bienestar (2)



Continuamos con algunas de las barreras a nuestro bienestar. A parte de la negatividad que ya comenté en el anterior post, existen otras como el hecho de compararnos con otras personas, la rutina hedonista (un nombre muy extraño para un concepto muy sencillo, ahora os comentaré) y la falta de autocontrol. 

El hecho de compararnos: es muy habitual que para medir nuestro bienestar, sin darnos cuenta, nos comparamos con otras personas. Pero este es un juego peligroso, ya que la mayoría de veces tendemos a compararnos con personas que nosotros percibimos que tienen algo que nosotros no tenemos. Por tanto, en esta comparación siempre salimos perdiendo. Lo mejor es no utilizar esta estrategia, ya que aparte de ser irreal (nunca podremos saber en realidad como está, como siente o qué tiene la otra persona) nos causa mucho malestar. Incluso, nos puede motivar para hacer cosas que las hacen los demás porque percibimos que esas personas les hace felices y no porque realmente nos apetezca o las necesitemos nosotros. Como resultado aún nos sentimos más hundidos porque detrás de esa acción (sin un sentido propio) aparece una sensación de vacío.

Imaginemos que pasaría si nos comparáramos con personas más desfavoridas que nosotros. Probablemente nacería en nosotros una cierta valoración y agradecimiento de lo que tenemos. Lamentablemente, este ejercicio de comparación suele ser en el sentido descrito en el párrafo anterior, por lo que es una clara barrera a nuestro bienestar.

La rutina hedonista: hace referencia al hecho de experimentar una gran "felicidad" cuando una persona tiene una ganancia de tipo material, como por ejemplo cuando te toca la lotería, te aumentan el sueldo, te regalan un coche de empresa, etc. Esta "felicidad" difícilmente perdurará en el tiempo. La razón la encontramos en que las personas nos adaptamos a la nueva situación y volvemos al punto de salida (punto predeterminado). Esto es importante tenerlo en cuenta, ya que demuestra que experiencias positivas de tipo material aportan alegría a corto y medio plazo pero no garantizan un nivel sostenido de bienestar.

Falta de autocontrol: no me estoy refiriendo a controlar pensamientos o emociones sino que me estoy situando en el plano del comportamiento. El hecho de sentir que tenemos control sobre lo que hacemos nos hace sentir más bienestar, ya que nos sentimos más libres. En cambio, la falta de autocontrol tiene un impacto negativo en nuestro bienestar, ya que sentimos que las cosas no dependen de lo que hagamos. Tal y como decía la psicóloga Bridget Grenville, el autocontrol es como un músculo que se desarrolla a medida que lo vas trabajando. Por lo tanto, aunque es una cualidad que suele no estar muy desarrollada porque muchas veces nos dejamos llevar por la inercia de las situaciones, es un tema que podemos trabajar para mejorar nuestro bienestar.

Espero que vuestra vida esté llena de autocontrol y que no necesitéis compararos con nadie. Realmente cada persona es única y su valor no depende de lo que hagan los demás. Sentir que podemos hacer la vida que deseamos es un gran paso para ganar libertad y, como no, bienestar.

Apostemos por el bienestar sostenido, aquel que se mantiene en mayor medida en nuestras vidas porque, tal y como hemos comentado, muchas "cosas" nos pueden hacer sentir bien, pero de poco sirve si tan solo es un espejismo de la verdadera felicidad!

¡Que disfrutéis del día!

sábado, 3 de marzo de 2018

Algunas barreras al bienestar (1)

Algunas barreras al bienestar (1)





Es un hecho que el ser humano por naturaleza busca su bienestar pero curiosamente tiene una gran facilidad para entrar en circulos en los que el bienestar brilla por su ausencia o dicho de otra manera no acabamos de encontrar el camino para sentirnos bien de manera sostenida. 

Cuando hablo de bienestar sostenido me refiero a aquel que viene para quedarse y forma parte de nuestra vida a pesar de las fluctuaciones que puede dar nuestro estado de ánimo como consecuencia de los avatares de la vida. 

Es evidente que al recibir una buena noticia nos sentimos muy bien, pero también es cierto que a medida que pasa el tiempo (no mucho, en la mayoría de los casos), volvemos a nuestro estado "base". Pero el bienestar al que me refiero es el que permanece, de alguna manera, en nuestras vidas. 

En post anteriores comenté algunas de las condiciones que se tienen que dar para que la persona pueda sentir mayor bienestar. Hoy me parece interesante que comentemos algunas de la barreras a este bienestar. 

Dicho de manera rápida, se podría considerar como barrera al bienestar todo aquello que impide que los componentes del bienestar estén en nuestra vida (recordemos que eran emociones positivas, relaciones personales satisfactorias, implicación o fluir, significado y realización personal). 

Pero aquí vamos a ir un poco más al detalle. 

La primera barrera para el bienestar (muy obvia por otro lado) es la negatividad. 

A lo que me refiero con negatividad es al sesgo atencional que se produce en favor de las cosas (pensamientos, recuerdos, situaciones, etc.) negativas. 

Es un hecho que sentimos tanto emociones negativas como positivas y que, desde mi punto de vista, todas pueden tener su utilidad. Pero sí que es cierto que muchas veces nos quedamos enganchados en la  negatividad y eso sí es más problemático. Realmente esta tendencia es natural en el sentido de que evolutivamente, recordar lo que nos ha podido poner en peligro es más útil que recordar las cosas buenas del pasado. Pero en nuestro contexto actual esta tendencia, ya no resulta tan útil y es importante ser conscientes para poder mover de manera voluntaria nuestra atención a las emociones positivas.

Hay varios ejemplos; en términos de recuerdos ¿qué os produce un sentimiento más vivo e intenso, el recuerdo de un día maravilloso o el recuerdo de un día que pasó un hecho muy doloroso? No sé si lo habéis experimentado de esta manera pero normalmente los recuerdos negativos nos acompañan más tiempo y con más intensidad que los positivos.


Pasa también con las ganancias y las pérdidas. Según estudios realizados por los psicólogos Kahneman y Tversky y su Teoría Prospectiva, las pérdidas y las ganancias no se valoran de la misma manera. Las personas valoran mucho más las pérdidas que las ganancias. Incluso, esta diferencia puede llegar a ser del doble. Por ejemplo, una persona que pierde 100€ tiene una emoción más intensa (en valor absoluto) que si se encuentra 100€. Otro ejemplo lo tenemos en un experimento llevado a cabo por los psicólogos antes mencionados, en el que (de manera muy resumida) se subieron los precios de la mitad de los productos que tenían que comprar las personas en un supermercado y se bajaron los precios en la misma quantía de la otra mitad de los productos que cada persona comprava. El resultado es que las personas salían con mala sensación porque les habían subido el precio, aunque realmente en total acabaron pagando lo mismo.

Conclusión: la negatividad es una barrera al bienestar. Pero esto no implica que no aceptemos las emociones negativas que están ahí por algún motivo (yo prefiero llamarlas desagradables más que negativas). Por otro lado esta tendencia que podéis tener a valorar de diferente manera los positivo y lo negativo tiene una explicación y es una percepción muy generalizada. Pero la parte positiva es que de manera voluntaria podemos dirigir nuestra atención hacia las cosas (situaciones, recuerdos, etc.) positivas.


¡Espero que os sirva y que intentéis siempre ver la parte buena de las cosas!


¡Feliz día!

viernes, 2 de marzo de 2018

2. Pero, ¿al psicólogo no van los que tienen trastornos mentales?




Existe todavía mucho estigma en relación con los trastornos mentales. Desgraciadamente todavía nos encontramos con comentarios inapropiados cuando se trata de una enfermedad mental, que serían impensables en el caso de otro tipo de enfermedades. 
Aclarada esta cuestión es importante tener en cuenta que no todos los psicólogos se dedican a tratar trastornos mentales, ya que la psicología es una disciplina que abarca diferentes ámbitos de actuación. Algunos ejemplos serían el crecimiento personal, el autoconocimiento, psicología de las organizaciones, psicología de la educación, etc. 
La psicología puede enriquecer cualquier ámbito de nuestra vida, ya que en todos ellos está el comportamiento humano como principal protagonista.  
Por lo tanto, no es necesario tener un trastorno mental para acudir al psicólogo pero cuando existe un trastorno mental (hoy en día situaciones como una depresión o tener crisis de ansiedad ya se consideraría un trastorno mental, volveré con este tema próximamente) es muy importante consultar con un psicólogo, ya que éste también tiene un papel muy importante en el tratamiento de los trastornos mentales. 
En caso de duda, siempre es mejor consultar, ya que no es necesario pasar determinadas situaciones sol@. El psicólog@ está para ayudarte. 

1. ¿Por qué ir a un psicólogo? ¿No hay otros profesionales que me puedan ayudar?



El psicólogo es un profesional del comportamiento y de la mente humana. Ha dedicado muchos años al estudio de las herramientas que pueden ayudar a hacer frente a las dificultades que nos encontramos en el día a día y a las diferentes terapias que pueden ayudar a la persona a superar diversos problemas de salud mental. 
Su actuación está guiada por un código ético y de esta actuación responde el colegio de psicólogos al que ha de pertenecer de manera obligatoria.
En el colegio de psicólogos te pueden informar sobre los psicólogos colegiados que puedes encontrar en tu zona. Incluso desde la página web del colegio puedes denunciar en caso de una actuación que te ponga en peligro de alguna manera.
Es posible que haya otro tipo de profesionales que te puedan ayudar. El mismo psicólogo te puede orientar sobre esta cuestión, en caso de que alguno de los dos considere que otro profesional sería más adecuado para ti. 

Modelo de Bienestar de Seligman




Hoy os quería proponer un pequeño ejercicio. 

Seligman, un profesor de psicologia, considerado el padre de la psicología positiva, elaboró un modelo del bienestar que permitía hacer una aproximación a los elementos o componentes del bienestar. Os explicaré este modelo y os propongo que miréis de manera honesta vuestra vida. Para ello primero de todo os invito a valorar del 1 al 10 el nivel de bienestar que consideráis que tiene vuestra vida en este momento. Apuntadlo en una libreta que más adelante volveremos a echar mano de este dato. 

En primer lugar os explico el modelo brevemente. 

Según Martin Seligman el bienestar depende de:
Las emociones positivas: es la capacidad de la persona  para experimentar también emociones positivas y sentimientos edificantes
Implicación o "fluir": es lo que se experimenta cuando la persona se deja absorver por la tarea que está haciendo, sea esta una actividad de ocio, laboral o académica. Es aquella sensación de estar totalmente concentrado y disfrutando de lo que estás haciendo. El concepto de fluir fue propuesto por Mihaly Csikszentmihalhyi que analizó las condiciones que se tienen que dar para poder fluir haciendo una actividad. 
Relaciones personales: según Seligman las relaciones sociales, siempre y cuando sean buenas y afectuosas, son muy importantes para el bienestar de la persona. 
Significado: es bàsico, ya que proporciona la sensación de dirección en la vida (lo contrario sería encontrarse perdido sin saber muy bien hacia donde nos dirigimos). También se aplica a las activitades que hacemos. Cuando hacemos alguna cosa con significado para nosotros es obvio que proporciona más bienestar que cuando lo que hacemos no tiene una dirección o sentido claro.
Realización personal: engloba conceptos como el logro de objectivos, el dominio de algún tema que nos guste, etc. Dependiendo de la persona tendrá una forma u otra.  

A continuación, como ya os adelantava al inicio, se trata de analizar, con un alto grado de honestidad, vuestra vida para valorar cuáles de estos elementos están o no presentes en vuestra vida y en qué medida.
A partir de aquí se trata de proponer objectivos concretos para mejorar aquellos componentes que creéis que no están presentes o no lo estan de manera muy notoria. 
Al cabo de 3 meses de haber introducido los cambios pertinentes, volved a valorar vuestro estado de bienestar, de nuevo con honestidad para comprobar en qué medida se ha visto modificado (si ha sido el caso) respecto al nivel que tenía previo a la actividad. 
Es importante que tengáis claro que se trata de un ejercicio orientativo que tiene como fin último que os conozcais un poco mejor y que sintáis que podéis hacer cosas para sentiros mejor. 
En ningun caso se trata de algo exacto, ya que la variabilidad interindividual es lo que más dificulta el estudio de la mente humana. En todo caso lo importante es que estemos felices con lo que somos y con lo que tenemos, ya que nadie nunca podrá saber mejor que nosotros lo que es importante para nuestro bienestar. 

Espero que disfrutéis de la experiencia. 
Un abrazo!  



jueves, 1 de marzo de 2018

PREGUNTAS FRECUENTES (FAQ)








En los próximos días compartiré con vosotros algunas preguntas o comentarios que se me han ido planteando en relación a la psicología y al servicio que damos l@s psicólog@s. 

Sólo os comparto las que me he encontrado con más frecuencia y que responden muchas veces a la idea preconcebida que se tiene sobre la psicología. 

Espero que os sean útiles y que os permitan aclarar conceptos, si tenéis alguna duda ya sabéis que aquí estoy para lo que necesitéis. 

¡Un abrazo y feliz día! 

¡Bienvenidos a mi blog de psicología y de vida!





Un blog que espero que os pueda aportar información que sea de vuestro interés. Mi idea a la hora de hacer este blog, es la de compartir los conocimientos de psicología que he ido adquiriendo a lo largo de mi formación y experiencia, y ver como la psicología de manera directa o indirecta forma parte ya de nuestro día a día.  

En primer lugar me voy a presentar. Me llamo Mª Jesús y soy psicóloga. Hace muchos años estudié economía y trabajé como profesora asociada en la Universidad. Hacía seminarios de temas de contabilidad y disfrutaba mucho con lo que hacía. Pero la vida muchas veces nos habla y, aunque a veces nos cueste, tenemos que escucharla. A mi me habló y me dijo algo que ya sabía, que ¡no era feliz! Así que durante una crisis personal (más bien yo diría oportunidad) decidí que iba a estudiar psicología. En principio la idea era hacerlo por enriquecimiento personal pero, como ya os comentava, la vida nos habla y las experiencias que vivimos le van dando forma a nuestra existencia, siempre que nos dejemos llevar. 

Me di cuenta que había descubierto mi vocación. Actualmente trabajo como psicóloga en consulta privada y cada día estoy más feliz del giro que dió mi vida. No he dejado de lado mi otra gran pasión que es la enseñanza porque es algo que también me permite desarrollar mi vocación de ayuda. 

Me encanta poner mi granito de arena para ayudar a otras personas a encontrarse mejor, a ser más ellos mism@s ,a descubir el gran potencial que tienen dentro. 

Como psicòloga he adoptado un enfoque integrativo, ya que son varias las orientaciones en las que me baso en mi día a día: psicología positiva, enfoque humanista, etc. 

Psicólogos como Carl Rogers o Carl Gustav Jung, son mi referente. Me gustaría destacar la visión de Carl Rogers sobre la importancia de la relación terapeutica. Él basava la terapia básicamente en esta relación y, posteriormente, las diferentes corrientes de la psicología han reconocido que, efectivamente, la relación que se establece con la persona es esencial para conseguir buenos resultados en terapia. 

Para mi esta relación es primordial y sobre ella descansa el resto del trabajo en consulta. Establecemos conjuntamente objectivos y buscamos las herramientas que mejor se adapten a las necesidades de la persona. 

El protagonista de tu vida eres tú, por eso en consulta tu eres el motor del cambio. Si quieres compartimos ese apasionante viaje. 

De momento espero que este blog te pueda aportar algo positivo y lo disfrutes tanto como yo disfruto al escribirlo. 

¡Empezamos!     

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