viernes, 23 de marzo de 2018

¿Qué es la inteligencia emocional?




Durante mucho tiempo la palabra "inteligencia" se había vinculado con el resultado que se obtiene del cálculo del coeficiente intelectual, es decir, estaba relacionado con la capacidad cognitiva de una persona. Esto era debido, en parte, a que según la concepción que tenía la psicología sobre la persona, la racionalidad tenía una papel muy importante en su vida.

A medida que se ha ido modificando la visión que se tiene del ser humano y se ha ido reconociendo un modelo en que cuerpo y mente, ya no se pueden separar (en contraposición al dualismo cartesiano), se empezó a dar también a las emociones un papel más relevante, tanto en relación a la influencia de éstas en nuestro día a día, como a nivel de los intereses de investigación en psicología. Muchos psicólogos y psiquiatras se han interesado por estudiar cómo afectan las emociones a nuestra salud, tanto física como mental. Se vio que las emociones tenían componentes no sólo biológicos (que serían los más evidentes y conocidos) sino que también tienen componentes relacionados con aspectos motivacionales, cognitivos y relacionales.

¿Qué significa todo esto? Pues que estas emociones, que durante mucho tiempo han estado en un segundo o tercer plano a nivel de la psicología, de golpe han pasado a tener un papel protagonista, ya que se ha comprobado que se relacionan con lo que hacemos (nos motivan a actuar de una determinada manera), están influenciadas por nuestros pensamientos y el tercer componente que comentava antes, implica que también tienen un papel muy relevante en nuestra relación con los demás. Si a este interés por las emociones añadimos un cambio en la manera de conceptualizar la inteligencia (mucho más amplio, relacionado con la solución de problemas, con la capacidad de adaptación, etc.), encontramos que el resultado fue el nacimiento en los años noventa del constructo: inteligencia emocional.

Entonces, ¿qué entendemos por inteligencia emocional (IE)?

Hay muchas definiciones más o menos formales de IE. Yo la definiría en función de sus características. Se podría definir como la capacidad para reconocer y "cambiar" nuestras emociones, a la vez que podemos reconocer las emociones en los demás y la persona utiliza esta información para dirigir su comportamiento en una dirección determinada.

Hay diferentes modelos sobre inteligencia emocional, ya que desde que se introdujo este constructo se ha estudiado muchísimo debido al potencial que tiene. Cada modelo utiliza unos instrumentos determinados para evaluar la IE en las personas.

Este cambio de paradigma en la psicología es muy importante y de alguna manera es lo que estoy intentando transmitir por diferentes medios. Me refiero a este cambio en la manera de ver la persona y donde ponemos el foco de nuestra atención como psicólogos. Hemos pasado de fijarnos más en lo que nos hace enfermar (lo que se llaman factores de riesgo) para pasar a mostrar mucho interés en lo que nos puede ayudar a encontrarnos bien (factores de protección). Así, aunque la IE no es un concepto propio de la psicología positiva, sí es cierto que se utiliza mucho, ya que pone énfasis en como ayudar a la persona a sacar su potencial y encontrarse más feliz aprovechando sus fortalezas.

La IE es un factor de protección frente a la enfermedad mental (y también en algunos casos de problemas físicos: somatizaciones) que permite a la persona vivir mejor. Por lo tanto, vale la pena desarrollarlo tanto como podamos. Por suerte es una cuestión que se puede trabajar y representa un conjunto de herramientas fundamentales en terapia.

En el próximo post entraremos más en detalle sobre lo que la IE puede aportarnos en nuestro día a día.

¡Un abrazo y feliz día!


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