lunes, 7 de mayo de 2018

Gestionando el duelo



El proceso de duelo es un proceso normal que tiene lugar cuando se produce una pérdida. 
A continuación os comentaré las fases de un duelo normal en relación a la pérdida de un ser querido y trataré de diferenciarlo del duelo patológico que sería aquel por el que es mejor buscar ayuda profesional. Aunque un profesional también nos puede acompañar en un proceso de duelo normal. 
Normalmente, un proceso normal de duelo incluye una primera fase de negación que no suele durar mucho pero es un tipo de protección ante una situación que supera emocionalmente a la persona. Después vendría una fase de aceptación, en el sentido de que la persona acepta la pérdida (la reconoce, es consciente) y es cuando emocionalmente suelen haber sentimientos más intensos y dolorosos. Por último, tendríamos la fase de asimilación en la que la persona empieza a integrar la pérdida en su día a día (aprende a vivir sin la persona que murió).
La duración de cada fase varía mucho de una persona a otra. 
¿Cuáles serían las características de un duelo normal?
Las manifestaciones de un duelo normal aparecen en diferentes niveles:

  • Ámbito de los sentimientos y emociones: tristeza, culpa, ansiedad, enojo, impotencia, soledad, estado de shock emocional, sensación de alivio, etc.
  • Ámbito físico: sensación de ahogo (relacionado con la ansiedad), opresión en la garganta (tener un nudo en la garganta), falta de aire, vacío en el estómago, sensación de despersonalización, debilidad y falta de energía , etc.
  • Ámbito cognitivo: incredulidad, confusión, preocupación u obsesión sobre cómo recuperar la persona que ha marchado, sentido de presencia de la persona que ha muerto, alucinaciones, etc.
  • Ámbito conductual: aislamiento social, soñar con la persona que ha muerto, dificultad para conciliar el sueño, trastorno de la conducta alimentaria, llorar, evitar hablar de la persona que ha marchado, mantener y recolectar sus objetos, etc.

La duración y la intensidad es lo que marca de alguna manera que podamos estar ante un duelo patológico.


Qué hacer y qué no hacer cuando estamos acompañando a una persona que está en un proceso de duelo.
  • Nuestra ayuda debe ser activa es decir, no sirve de nada ofrecernos porque la persona no nos llamará, entonces es mejor directamente llamar nosotros y mostrar que no es necesario que pida ayuda.
  • No es conveniente decirle lo que tiene que hacer porque puede hacer sentir a la persona como impotente o inadecuada. Más que decir, lo que podemos hacer es escuchar, estar presentes, con ello le ayudamos mucho más.
  • Es mejor no juzgar la manera de actuar de la persona ni en positivo ni en negativo, para no poner más presión sobre él/ella. Lo correcto sería hacer preguntas abiertas sobre cómo se encuentra, o cómo se siente y dejar que la persona pueda expresarse con libertad.

Algunos indicios de que la persona puede estar en un proceso de duelo patológico son:
  • Sentimientos de culpa muy intensos que no parece que vayan a menos con el paso del tiempo.
  • Pensamientos de suicidio que van más allá del sentimiento de querer reencontrarse con el ser querido.
  • El sentimiento de desesperanza extrema que no disminuye con el paso del tiempo.
  • Ira incontrolada que termina afectando a las relaciones interpersonales: las personas se acaban alejando debido a esta ira que la persona no puede controlar con el que aún se agrava más el cuadro.
  • Los síntomas físicos que en principio son normales se mantienen en el tiempo
  • Abuso de sustancias: la persona ante la impotencia de no saber o querer salir de esta situación, intenta paliar su intenso malestar con drogas o alcohol.

Todos estos síntomas podrían considerarse normales si vemos que con el tiempo van a menos o que la persona va dando pequeños pasos adelante. Pero si están presentes de manera continuada y con intensidad, es conveniente consultar. 
A la hora de valorar esto es importante tener en cuenta los elementos que modulan el proceso de duelo: 
  • Relación con la persona que ha muerto: si es una persona con la que tenía una relación de afecto muy importante y se encontraba muy presente en el día a día el proceso de duelo será más intenso. A veces tener temas pendientes con alguien que marcha tiene un efecto muy negativo en la persona que se queda porque siente mucha ambivalencia: la tristeza por la pérdida, la rabia por no haber podido resolver el que tenían pendiente y el sentimiento de culpa por sentir todo esto.
  • Circunstancias de la muerte: no es lo mismo una muerte esperada porque la persona padecía una enfermedad que una muerte inesperada por una accidente de tráfico por ejemplo. 
  • Histórico de pérdidas de la persona: una persona que tiene una pérdida importante por primera vez lo vivió de manera mucho más intensa que cuando has perdido a más personas importantes a lo largo de tu vida. 
  • Características de la persona: según como maneje las emociones una persona, su capacidad de expresarlas, si existe algún tipo de trastorno de la personalidad, etc. Todo esto hará que la persona pueda manejar el duelo de mejor o peor manera. 
  • Red social de apoyo: el hecho de que la persona cuente con una red social de apoyo que lo acompañe en este proceso es muy importante para que lo elabore antes. También dependerá de cómo actúe esta red social. Después veremos lo que no se debe hacer con una persona que está pasando por un proceso de duelo. 
  •  Contexto cultural: depende como se vea la muerte en la cultura en la que está inserto el individuo tendrá un mejor o peor experiencia de duelo. En culturas donde la muerte tiene una connotación positiva el proceso es mucho más rápido y no se acompaña de tantas emociones negativas.

¡Espero que esa información os pueda resultar útil! Para cualquier duda o consulta, estoy a vuestra disposición. 
Un abrazo, 
Mª Jesús 

Basado en Neimeyer, "Aprender de la pérdida"



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