jueves, 15 de marzo de 2018

La felicidad externa y la felicidad interna





Cuando me plantean qué es la felicidad, realmente me gusta responder con una pregunta, para ti, ¿qué sería la felicidad?. Realmente no está claro si se trata de una qüestión objetiva o subjetiva. De hecho se trata de un concepto complejo que tiene tantas deficiones como personas que la quieran definir. Por este motivo creo que hay un componente bastante subjetivo en la cuestión de la felicidad. Muchas veces estas diferencias vienen dadas por las diferentes estrategias que cada uno utiliza para conseguir la ansiada felicidad o por las diferentes situaciones o cosas que pueden hacernos felices. 

Pero, ¿estamos hablando de la misma felcidad? 

A mi me gusta llamar a este tipo de felicidad, felicidad externa. Aquella felicidad que está vinculada con lo "bueno" que sucede en nuestra vida. Este tipo de felicidad es muy subjetiva porque cada persona tendrá un concepto diferente de lo que se puede considerar bueno, no tan bueno y malo. Además, parece ser que se trata de una felicidad efímera, ya que depende de lo que ocurre en nuestro entorno, de lo que nos pasa en la vida. Y estaremos de acuerdo que la vida da mil vueltas y no hay nada que se mantenga para siempre. 

Por eso me gusta usar el concepto de felicidad interna. Obviamente la distinción entre ambas viene dada por el lugar donde se situa la fuente que nos proporciona la felicidad. 

En el caso de la felicidad interna, ésta fluye de nuestro interior, siempre está ahí y se manifiesta por una sensación de paz, calma, no existen dudas, la mente parece estar dormida o por lo menos en "pausa" puesto que más que pensar, estamos sintiendo. Si lo pensamos igual no lo entendemos, pero lo cierto es que esta felicidad está ahí. Y siempre ha estado ahí. No hay más que mirar a los niños lo poco que necesitan para ser felices. Estan viviendo su instante presente y lo viven intensamente.

Realmente esta felcidad sí parece que es más objetiva en el sentido que podemos encontrar más rasgos comunes entre las diferentes personas. 

Desde la psicología existe bastante debate sobre si la felicidad es una cuestión que merece ser estudiada por la ciencia y esta es una de la mayores críticas a la psicología positiva.

Pero, ¿hay algo que preocupe más a todos los seres humanos que la felicidad? Es cierto que en función de las ciercunstancias externas las personas podemos tener otras prioridades como nuestra propia supervivencia (lo que Maslow nos explicaba mediante su pirámide de las necesidades). Pero en un entorno como el nuestro parece que el tema de la felicidad nos tiene un poco preocupados. Es la eterna búsqueda de la felicidad! Y realmente es eterna porque nunca la encontraremos mientras esa sea nuestra meta. La felicidad no es la meta, la felididad es el camino. 

Saborear la experiencia del momento presente (sea buena o no tan buena), aceptar lo que sentimos y lo que nos inspira, tener un objetivo vital más o menos definido y darle sentido a todo lo que nos ocurre, sin duda son pequeños gestos que nos ayudan en nuestro día a día a sentirnos mejor.   

Dejemos espacio a la felicidad para que ocupe su lugar. Ya forma parte de nosotros, solo necesita una oportunidad para poder surgir. 

¡Feliz día! 

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