lunes, 16 de abril de 2018

El sentimiento de culpa














He querido escoger este tema porque quien más y quien menos, todos hemos experimentado alguna vez este sentimiento y estaréis de acuerdo conmigo en que es un emoción de aquellas que se califican como negativas o desagradables. Nos crea mucha angustia y es, sin duda, una barrera a nuestro bienestar.

Me gustaría poder adentrarme en esta cuestión para ayudar a las personas que se puedan sentir identificadas con este sentimiento, para entender mejor lo que están experimentando y aprender a gestionarlo de la mejor manera posible.

En primer lugar, debemos tener presente que el sentimiento de culpa es un sentimiento normal que tiene su utilidad. Cuando una persona siente culpa por algo que ha hecho o ha dejado de hacer puede aprender de los posibles errores y repararlo si es el caso. Por ejemplo, si hacemos algo como ofender a alguna persona y luego nos sentimos culpables, esta culpabilidad nos permite pedir perdón, no volverlo a hacer, etc.

Pero estaréis de acuerdo en que a veces nos podemos sentir culpables por cosas que realmente no dependen de nosotros o sentimos una culpa tan intensa que parece que no hay correspondencia entre lo que hemos podido hacer y la sensación de culpa que sentimos. A veces sí hay correspondencia entre lo que hemos hecho y la culpa que sentimos pero lo gestionamos de tal manera que entramos en un círculo vicioso de culpabilidad en que nos maltratamos psicológicamente a nosotros mismos y parece que no sabemos cómo salir de esta situación .Muchas veces es la misma dificultad de vivir el presente la que hace que el sentimiento de culpa sea tan intenso porque estamos llevando nuestro pensamiento a situaciones del pasado constantemente y el pasado no se puede cambiar. Esto es muy frustante e inútil sobre todo cuando la situación que nos duele ya no tiene remedio y no hay margen de actuación para nosotros (la persona ya no está, la situación es irreversible, etc.). También, como ya he comentado, a veces si miramos detenidamente lo que nos hace sentir culpables descubrimos que no dependía de nosotros y por lo tanto, ¿qué sentido tiene sentirnos culpables por lo que no está en nuestra mano? O puede ser que tomemos decisiones con una información que luego una vez pasa el tiempo y tenemos más información, parecen erróneas y nos sentimos culpables. Pero ¿es justo sentirse culpable cuando hemos decidido con la información que en ese momento estaba disponible?
En muchos casos la culpa puede convertirse en un sentimiento persinstente e intenso que nos afecta en el día a día y nos merma de tal manera que afecta a otras parcelas de nuestra vida. En estos casos aunque no me gusta mucho el término, podríamos decir que se trata de una culpa patológica, en el sentido de que no está atendiendo su papel normal de servir como aprendizaje, sino que nos está afectando negativamente y obviamente nos aleja del bienestar.
Estos casos suelen correlacionar con el hecho tener una autoestima baja y un determinado estilo atribucional. ¿Qué significa esto? La persona tiene una percepción negativa de sí misma y en determinadas circunstancias asume una responsabilidad excesiva (atribuye a sí mismo toda responsabilidad), sobre todo cuando hablamos de situaciones negativas, de pérdidas o de fracasos. Y al contrario, cuando hablamos de logros o situaciones positivas, lo suelen atribuir a la suerte o a los demás pero nunca a sí mismos. Esta manera de funcionar afecta mucho el bienestar de la persona ya que tiene una percepción sesgada de las situaciones (distorsiones cognitivas). En estos casos, donde encontramos un sentimiento de culpa de este tipo, es necesario intervenir con el fin de ayudar a la persona a manejar este sentimiento de culpa. A veces la persona puede contar con gente de su entorno que de alguna manera le ayudan a darse cuenta de que está sintiendo una culpa que no le corresponde o que es demasiado intensa debido a alguna distorsión cognitiva. Sin embargo, como que la culpa está muy vinculada al sistema de valores de cada uno, a veces lo que nos digan los demás no nos ayudará. En estos casos, puede ser necesario recurrir a un profesional, es decir a un psicólogo que le pueda ayudar a corregir estas distorsiones cognitivas y soltar este sentimiento de culpa que puede estar afectando de manera importante el desarrollo normal de su vida.
Hay personas que se quedan atrapadas en situaciones del pasado y no pueden avanzar debido precisamente a este sentimiento de culpa. Otros, que a pesar de no tener una situación concreta que los bloquee tienen una tendencia a sentir culpa que hay que analizar porque suele afectar a diferentes ámbitos de la vida: laboral, personal, etc. Es importante intervenir porque el sufrimiento asociado como decíamos es elevado y la persona podría verse desbordada por las emociones negativas y desarrollar una depresión o incluso, somatizaciones.
En terapia, además de tratar, si fuera el caso, las distorsiones cognitivas también es importante trabajar aspectos de la persona que, como he comentado antes se suelen asociar a este sentimiento de culpa, como por ejemplo la autoestima, la autoexigencia , el perfeccionismo y se trabajará también la autocompasión.
Es importante no confundir la autocompasión con el victimismo. La autocompasión implica el autorreconocimiento, la aceptación de uno mismo como es, mirando también las cosas buenas y no sólo centrando la atención en los errores o carencias percibidas. Entender que no todo es blanco o negro y que debe haber espacio para los errores que nos permiten aprender y avanzar en la vida. Además, ayuda mucho enseñar la persona la importancia de satisfacer sus necesidades pero primero debe hacer una mirada interior honesta para descubrirlas. Satisfaciendo estas necesidades la persona puede sentir la satisfacción de por fin haberse escuchado y estar en disposición de ver desde una perspectiva más realista, las situaciones que le provocaban sentimiento de culpa. Por otra parte, es importante trabajar con el posible origen de este sentimiento que muchas veces, por no decir siempre, está en la infancia. Esto se puede ver cuando indagamos sobre la percepción que tiene la persona de la culpa, como lo vive, etc. Pongamos por caso, un niño que no ha sido nunca validado, al que se ha castigado mucho, que sólo se ha destacado lo que ha hecho mal, etc. puede en el futuro sentirse excesivamente responsable de las cosas por esta necesidad interna de tener la aprobación de los demás. Pero este exceso de responsabilidad puede tener la contrapartida de desarrollar sentimientos de culpa patológicos que lejos de enseñar nuevas estrategias para hacer las cosas, pueden ir disminuyendo su autoestima.

Espero que os ayude esta lectura, y en cualquier caso estoy a vuestra dispoción para aclarar cualquier duda o comentario al respecto.
Vivamos el presente y asumamos la responsabilidad de nuestra vida.

¡Feliz semana!




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas más visitadas