viernes, 13 de abril de 2018

El uso de las nuevas tecnologías: la nueva sociedad de la información


Está claro que nos encontramos en una nueva etapa definida por la importancia de la información como motor de cambio en todos los ámbitos sociales. Lo que se denomina sociedad red que se caracteriza por su flexibilidad, complejidad y por un nivel de interacción creciente, donde la existencia de las personas cada vez está más influida por la tecnología. Nos encontramos en la nueva sociedad de la información.


Un primer efecto de esta nueva realidad lo encontramos a nivel de las relaciones de poder, ya que estamos haciendo un cambio de estructuras jerárquicas con centros de poder que controlan tanto el proceso comunicativo como su contenido, a una nueva forma de comunicación y de relación que es más transversal donde se rompe la distinción entre productor y consumidor de información, por lo que se superan los procesos de dominación simbólica de una clase social dirigente, al menos en estos ámbitos.

Esta sociedad de la información con las TIC como protagonistas tienen efectos en otros ámbitos. Uno muy importante es el de las relaciones personales. Las relaciones de los seres humanos tienen un nuevo espacio donde crearse, transformarse, etc. Me refiero a las redes sociales y muchos otros espacios que aparecen con las TIC. Estos espacios tienen cada vez más presencia en la vida de las personas y en relación a muchos aspectos de su vida (laboral, amistad, relaciones de pareja, sexo, etc.) Además encontramos personas de cualquier edad utilizando estas redes, pero sobre todo jóvenes ( quizás a veces, incluso, demasiado jóvenes y adultos (aunque la población más grande tal vez todavía no está tan presente en estas redes sociales).

Está claro que los que nos referimos a nuevas tecnologías somos los que hemos podido vivir la etapa anterior en que no existían estas maneras de relacionarse. Debemos tener presente que las nuevas generaciones no tienen esta percepción de novedad porque ellos han crecido ya con estas tecnologías y forman una parte importante de su vida, tal y como en generaciones anteriores lo ha sido la televisión o la radio.

Lo cierto es que el efecto que tendrá a largo plazo el uso de estas tecnologías en los procesos de socialización y en el conjunto de las relaciones sociales es todavía una incógnita porque todavía se necesitan más estudios que pongan a prueba las diferentes hipótesis que van apareciendo. Pero está claro que el efecto más inmediato es una nueva forma de entender el mundo y las relaciones. Una primera hipótesis que se podría tener en cuenta es el hecho de que cuanto más tiempo se dedican a estas tecnologías menos tiempo se puede dedicar a otros tipos de actividades o tipos de relaciones. Hacer un uso adecuado implicaría que tus actividades normales, las que te gustan y con las que disfrutas no se ven afectadas por el hecho de querer utilizar las redes sociales. Hay que decir que no parece que se hayan sustituido las relaciones tradicionales para las relaciones a través de las redes sociales pero sí es cierto que estas relaciones se han modulado de alguna manera.

Especialmente me refiero a determinados tipos de relación como las de encontrar pareja o algún otro tipo de vínculos afectivos. Las diferentes aplicaciones que han aparecido para encontrar pareja, sexo, etc. lo ponen muy fácil para contactar con otras personas ya que lo haces bajo el anonimato de un seudónimo o, incluso, una identidad falsa. Pero a la hora de la verdad es necesario el contacto físico, el encontrarse personalmente para establecer o no la relación de pareja. Y aquí es donde viene el problema. Las personas con dificultades de comunicación pueden triunfar en una espacio de seguridad pero cuando tienen que pasar a la acción vuelven a encontrarse con las mismas dificultades. Además dar una imagen no real puede provocar el rechazo cuando la persona te conoce y esto agravará el problema de habilidades sociales que puede tener una persona. Además nos encontramos en un entorno donde hay una desconfianza importante para que la gente sabe que muchas personas no son honestas y esto hace que encuentros sexuales puedan salir adelante pero rara vez se puede ir más allá. Básicamente porque no se llega a conocer la persona.

Otro de los cambios más importantes tiene que ver con la información. Hoy en día a nivel educacional parece que es más importante enseñar a buscar la información que el hecho de darla. Internet es una fuente inagotable de información pero no toda esta información es fiable. Entonces es importante ayudar a los jóvenes y no tan jóvenes a discernir entre fuentes fiables y fondos no fiables de manera que se pueda sacar partido a uno de los puntos más fuertes de las nuevas tecnologías que sería el volumen de información.

Lo que sí se puede ver es la relación entre el uso de estos tipos de tecnologías y algunas situaciones que desgraciadamente son cada vez más comunes en nuestra sociedad. Me refiero a la tendencia al individualismo en la que lleva esta sociedad y la soledad en que se encuentran muchas personas. Especialmente jóvenes que pasan en casa gran parte de tiempo sin los padres que tienen que trabajar. Es posible que este sentimiento se supla con esta posibilidad de sentirse siempre conectado a alguien. Lo queramos o no, al otro lado de la red siempre hay algún conocido o desconocido dispuesto a mantener una conversación y llenar el vacío que la persona puede sentir de manera sistemática. Esto toma especial relevancia en entornos poco estimulantes donde tienen acceso a internet y pocas expectativas de futuro. La influencia de lo que pueden encontrar en la web es mucho más importante si la persona no tiene un proyecto de vida o una motivación en el momento presente. Este sería un riesgo importante que se suma a los que veremos después.

Además, nos encontramos en una sociedad donde cada vez es más complicado conectar con las emociones. Estar un rato sin hacer nada, simplemente sintiendo nuestra respiración, relajados, parece impensable. Las personas suelen preferir (sobre todo los más jóvenes) coger el móvil y publicar lo que están haciendo y así desconectar de la situación que realmente están viviendo (soledad, sensación de incomprensión, etc.).

El ser humano siempre tiene la necesidad de sentir que forma parte de un grupo (en contraste con este individualismo en que se basa la sociedad de consumo en la que vivimos) y esto puede influir en el hecho de pensar que si no estás en la red parece que no formes parte del grupo. Esto es especialmente importante en los jóvenes que están en pleno proceso de formación de su identidad. Pero no debemos olvidar, como ya he adelantado antes, los riesgos que implican estas redes sociales. Más allá de los peligros de adición que han sido muy estudiados., Existen otros peligros más generalizados como la falta de conciencia del peligro que implica poner información personal en las redes sociales además de fotografías, que una vez suben a la web se pierde totalmente el control. Todo lo publicado en la web, queda allí y no sabemos la repercusión que en el presente o en un futuro puede tener. La naturaleza de los jóvenes hace que sean los más vulnerables en este sentido, ya que tienen una percepción del riesgo sesgada (siempre minusvaloran el riesgo por una cuestión de la etapa de desarrollo en la que se encuentran). Así, lo que comentábamos antes tiene especial relevancia sobre todo en relación con el proceso de captación yihadista que se hace sobre todo a través de las redes sociales.

En este sentido, es importante que los padres estén preparados, entiendan las redes sociales y se pueda crear un vínculo de confianza con los hijos, para que puedan convertirse en un apoyo en caso de que se produzca algún problema en las redes sociales. La tendencia es a que los jóvenes para la etapa de desarrollo que están viviendo tengan tendencia a querer desligarse de las figuras paternas pero es importante que los padres respetando esta tendencia natural se muestren como aliados y no como enemigos o controladores.


Las redes sociales tratan de emular las relaciones personales físicas pero obviamente les faltan los elementos más importantes, las muestras de afecto, las miradas, el contacto físico, etc. Pero es muy curioso porque cuando una persona se cansa de este tipo de relaciones (aunque mantenga las relaciones tradicionales) cuando te quieres dar de baja el mismo programa ya te indica que el amigo X te echará de menos, que si estás seguro de querer irse ... de alguna manera se intenta llevar las emociones propias de las relaciones físicas a un entorno que a pesar de las ventajas que pueda tener en algunos entornos o aspectos, nunca puede sustituir las relaciones físicas.



Por último comentar que el auge de las TIC tiene ventajas e inconvenientes más allá de los que hemos podido comentar en este breve espacio y que tal y como ocurrió con la televisión en su momento, no se trata de desprestigiarlas o ver sólo la parte negativa sino aceptar que forman parte de nuestra vida y potenciar un uso adecuado, ya que son muy útiles en el mundo globalizado en que vivimos. Pero es de vital importancia una buena educación digital para lograr este uso adecuado fomentando ciertos valores y el respeto que a veces parece que se diluyen por el supuesto anonimato que da la red.

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